Se realizó la cuarta edición de la Fiebre del libro en la Plaza del Lector Rayuela de la Biblioteca Nacional

Un centenar de editoriales ofrecieron sus libros y estuvieron en contacto directo con los lectores y visitantes. Durante toda la tarde del domingo 22 de septiembre hubo actividades para niños, shows de música y entrevistas públicas con autores.


Por cuarto año consecutivo la Fiebre del libro recibió la primavera en lo que ya se ha convertido en una cita obligada para los amantes de la lectura. El evento cultural organizado por la Biblioteca Nacional contó con el apoyo de Arte x Arte - Fundación Alfonso y Luz Castillo.

Los stands de las distintas casas editoras –grandes, medianas y pequeñas– se ubicaron en el perímetro de la plaza, creando un colorido y atractivo recorrido. Al igual que el año pasado, hubo una sección dedicada a historieta y humor gráfico. Durante las cinco horas en las que transcurrió la feria, los visitantes pudieron encontrarse con libros originalísimos, ediciones raras y ofertas especiales.

Entre los “hallazgos” que hicieron la felicidad de los bibliófilos se contaron títulos como La Biblioteca Infernal, un cuento inédito de Leopoldo Lugones rescatado por Ínsula editora, y una edición especial, a color e inconseguible –incluso en librerías– de ¿Drácula, Dracul. Vlad? ¡Bah...! del historietista uruguayo Alberto Breccia, publicado por Hotel de las Ideas.

La primera actividad, organizada por el Centro de Literatura Infantil y Juvenil Dailan Kifki, fue Los chicos recomiendan: una ronda de jóvenes lectores que comentaron sus lecturas preferidas y explicaron qué les gustaba de cada libro elegido para la ocasión.

La tarde continuó con búsquedas del tesoro para los más chicos y con las entrevistas en vivo a los escritores José Emilio Burucúa y –ya casi sobre el cierre– a Jorge Consiglio, ambas en el marco del ciclo de entrevistas Autores x autores de la BNMM. En paralelo, se realizó un taller de risografía, organizado por el Centro de Historieta y Humor Gráfico Argentinos.

Mientras el buen clima acompañaba la tarde primaveral, el compositor e intérprete argentino Román Lacrouts puso su cuota de música con su guitarra y un variado repertorio de canciones propias y de otros artistas del folclore actual.

Las luces de la Plaza del Lector ya se encendían cuando los últimos asistentes se retiraban a disfrutar de sus nuevos libros.


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