Caracterizar la obra de Cozarinsky implica atravesar límites disciplinarios y  genéricos que él mismo se propuso vulnerar, llevando a cabo una construcción cultural de absoluta originalidad. Crítico, guionista, narrador, cineasta, dramaturgo, actor, podría decirse que el diálogo intertextual lo tuvo como autor y protagonista a la vez. De su primitiva fascinación por el cine partió quizá el ávido interés expresivo por la imagen y el texto. Cercano a Bioy, a Silvina Ocampo y a Pepe Bianco, conoció a Borges para publicar en 1974 Borges y el cine, estableciendo ya un parámetro estético definido de su mirada. Dedicado al periodismo cultural en revistas como Panorama y Primera Plana, dirigió su primer film: …Puntos suspensivos. Comenzó su periplo de viajes y exilio, de participación en festivales de cine y su pertenencia al grupo Underground, en el fervoroso Paris de los ´70. En la literatura, Cozarinsky llevo a cabo operaciones genéricas de osadía, trasegando del ensayo a la ficción, los temas que se convirtieran en sus leit motivs: el tango, la inmigración, la marginalidad y la creación. Su libro Vudú urbano, de 1985, con prólogos de Susan Sontag y Cabrera Infante, obtuvo un gran éxito. Luego publicó La novia de Odessa, El pase del testigo, El rufián moldavo, libros que le valieron premios importantes, traducidos y destacados. Escribió y dirigió teatro, una pequeña ópera, tuvo pequeñas apariciones actorales, y siguió produciendo literatura y cine, recorriendo vastos circuitos que lo llevaran por todo el mundo hasta sus últimos días.

La Biblioteca Nacional Mariano Moreno lamenta profundamente su fallecimiento e invita a acompañar sus restos que serán velados en la institución en el día de hoy, domingo 2 de junio, de 20 a 24 hs.