2 de diciembre de 1817: nace José Mármol

El autor de Amalia, nacido en Buenos Aires en 1817, fue senador provincial y miembro de la Convención Constituyente de 1860. Desde 1868 hasta su muerte, en 1871, fue director de la Biblioteca Nacional.

José Mármol (Buenos Aires, 2 de diciembre de 1817 - 12 de agosto de 1871) interrumpió sus estudios de Derecho para abocarse a la política. En 1839 su oposición a Rosas le granjeó una breve prisión durante la cual escribió con carbón en las paredes de la celda “¡Bárbaro! nunca matarás el alma / Ni pondrás grillos a mi mente”!. Logró marcharse a Rio de Janeiro como secretario de la Legación, pero fue destituido por conspirar con el ministro inglés. Instalado en Montevideo junto a los miembros de la Asociación de Mayo se prodigó en poemas, dramas y ensayos panfletarios contra Rosas en periódicos como El Nacional, El Comercio del Plata y La Semana, que dirigió. Sus Cantos del Peregrino, de inspiración byroniana, labraron su fama. Su libro Armonías lo consagró como poeta romántico de fina sensibilidad. Pero fue Amalia, publicada como folletín en 1851 y reunida en libro a su regreso al país en 1855 tras su frustrada embajada en Chile que le ofreciera Urquiza, la obra que le dio un lugar fundacional en la literatura nacional.

Considerada la primera novela argentina, narra los amoríos entre una joven viuda y un militante unitario que huye en la Buenos Aires sangrienta de 1840, que describe con tonos sombríos. En la imagen que brinda de Rosas, su hija Manuelita y los personajes del régimen -bufones, mazorqueros, ministros ingleses-, al igual que en su poesía, no ahorra vehementes imprecaciones. La historia deriva en tragedia al ser asesinado el protagonista.

Mármol fue senador provincial y miembro de la Convención Constituyente de 1860. En 1865 fue enviado al Brasil por el presidente Bartolomé Mitre, donde gestionó la Triple Alianza que desató la guerra del Paraguay. Desde 1868 hasta su muerte fue director de la Biblioteca Nacional, pero la ceguera progresiva -mal que aquejaría a otros dos directores, Paul Groussac y Jorge Luis Borges- le dificultó la labor. Falleció en Buenos Aires en agosto de 1871 durante la epidemia de fiebre amarilla.

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