Testimonio de Mario Eulogio Rodríguez / 9 de Mayo de 2019

Mario Eulogio Rodríguez nació el 7 de mayo de 1943 en Tucumán. Su familia se componía por sus padres y ocho hermanos y una hermana. A los 9 años de edad comenzó a trabajar en el Ingenio San José pelando cañas de azúcar. A los 18 años continuó su empleo en el ingenio dentro de la fábrica. En el año 1961 empezó a participar de la Juventud Obrera Católica y gremialmente en la Coordinadora de Ingenios. A fines de los ´60 inició su militancia en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y en el año 1972 fue electo como Secretario General del Ingenio. El 23 de febrero de 1975 Mario fue secuestrado en su lugar de trabajo por un grupo de tareas y trasladado al Centro Clandestino de Detención (CCD) que funcionaba en la Jefatura de Policía de Tucumán primero, y luego al CCD “Escuelita de Famaillá”. En marzo, fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y trasladado a la unidad penitenciaria de Villa Urquiza, Tucumán, donde permaneció hasta el 8 de mayo del mismo año, cuando fue conducido a la Unidad 7 de Resistencia, Chaco. En 1976 fue nuevamente trasladado, esta vez a la cárcel de Villa Devoto, estuvo también en las unidades penitenciarias de La Plata, Sierra Chica, Caseros y Rawson hasta que fue liberado en noviembre de 1982. La madre de Mario Eulogio Rodríguez tuvo que mudarse a Buenos Aires por las amenazas, torturas y secuestros que recibió la familia. Pedro Eduardo, uno de los hermanos de Mario, fue detenido entre el 19 de abril de 1975. Ambrosio Abraham, otro hermano, fue secuestrado el 7 de agosto de 1975. El padre de Mario, Abraham Eulogio Rodríguez, fue secuestrado el 22 de enero de 1976 junto a uno de sus hijos, Rubén Desiderio. Pedro Eduardo estuvo secuestrado en los CCD Jefatura de Policía y “Escuelita de Famaillá”, luego fue trasladado a la cárcel de Villa Urquiza en Tucumán y fue liberado en Sierra Chica, Córdoba, el 18 de julio de 1980. Tras su liberación Mario se reunió con parte de su familia en Buenos Aires. En 1985 volvió a Tucumán, se casó y tuvo cuatro hijos. Recuperó su último empleo, en el que continuo hasta su jubilación. Dio testimonio en varios juicios por crímenes de lesa humanidad de Tucumán. Aún Ambrosio Abraham, Rubén Desiderio y Abraham Eulogio Rodríguez continúan desaparecidos.